En el amor comienza un período de más comunicación, amistad y espiritualidad, y menos carnal. Aproveche este momento para hablar con su pareja y estrechar vínculos que más tarde necesitará como el aire. Emprenda la tarea de conocerse a sí mismo, y empiece por preguntarse qué desea, qué necesita y quién es... realice una lista de actividades necesarias, de concreciones fundamentales y de deseos imposibles... sueñe, desee y piense en ello a diario abriendo las puertas de esa realidad oculta pero existente. Pregúntese: ¿Por qué no has desaparecido de mi vida, por qué sigues aquí si yo ya te dije “hasta la vista…”?
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