Historia del tarot
El tarot es una baraja de naipes que a menudo es usada como medio de adivinación de hechos presentes, pasados o futuros, por lo que constituiría un tipo de cartomancia.
Sus orígenes datan al menos del siglo XIV, no teniendo fundamento llevar sus raices más atrás en la historia. La técnica adivinatoria, que recién se inició a fines del siglo XVIII y comienzos del XIX, se basa en la selección de cartas de una baraja especialmente dedicada a este arte que es realizada por un experto tarotista que, a continuación, interpreta el sentido de las cartas en relación con el futuro del consultante.
Las cartas de los Arcanos Mayores, 22 en total, son:
1. El Mago
2. La Sarcedotisa
3. La Emperatriz
4. El Emperador
5. El Sumo Sacerdote
6. El Enamorado 7. El Carro
8. La Justicia
9. El Ermitaño
10. La Rueda De La Fortuna
11. La Fuerza
12. El Colgado 13. La Muerte
14. La Templanza
15. El Diablo
16. La Torre
17. La Estrella
18. La Luna
19. El Sol
20. El Juicio
21. El Mundo
22. El Loco
Los Arcanos menores son 56 cartas divididas equitativamente en cuatro palos: espadas, copas, bastos y oros, como en la baraja española, pero con una ligera variación: cartas numeradas del As (1) al diez, más los personajes de la corte: Sota, Reina, Rey y Caballero. Etteilla hace un descubrimiento al respecto del número 78 el cual considera como la suma teosofica de los doce primeros números.(1+2+3+4+5+6+7+8+9+10+11+12)
El historiador italiano Giordano Berti supone que el duque de Milan fue el inventor del Tarot. En efecto, algunas imágenes del Tarot de Filippo Maria Visconti son iguales a las de otra baraja diseñada por el duque en 1415: el Juego los XVI Héroes.
En estudios realizados por ocultistas de los Siglos XVIII y XIX, como Antoine Court de Gebelin, Eliphas Levi y el Doctor Gerard (Papus) se intenta demostrar la conexión existente entre el tarot y la cábala, así como con el simbolismo egipcio.
Según plantean los investigadores actuales Daniel Rodes y Encarna Sanchez, el origen del Tarot habría que buscarlo entre los cataros medievales y ademas la cultura occitana cuya filosofía encaja perfectamente en la idea básica del juego de Tarot.
Así, la presencia de una Papisa, la importancia de los personajes femeninos y referencias a un cristianismo distinto de la ortodoxia romana harían pensar en un uso original del Tarot como una transmisión de un conocimiento filosófico, si bien con el paso del tiempo pasarían a ser usadas como un sistema adivinatorio. Pero la Papisa fue, en realidad, un símbolo de la Fe cristiana, como demuestran numerosas obras de arte de la Edad Media.
Otros autores afirman que los gitanos, en su deambular por los paises europeos, promovieron el Tarot como un sistema adivinatorio. Hay, de hecho, quien sostiene que el Tarot logró sobrevivir a la Inquisición, ya que los gitanos no resultaban unos objetivos prioritarios de la jurisdicción inquisitorial, por los que ellos, sus conocidas prácticas esotéricas y sus efectos personales consiguieron zafarse de la persecución y la hoguera y llegar hasta nuestros días. Pero es cierto que los gitanos llegaron a Europa cuando el Tarot era ya conocido. Por otro lado el juego de Tarot se juega en Italia desde el Siglo XV, y en el siglo siguiente se propagó en muchas regiones de Europa: en primer lugar Francia, después Suiza, Belgica, Alemania y Austria. La adivinacion con el Tarot aparece con seguridad en Italia y Francia en el Siglo XVIII.
Gebelin arguyó estos y similares puntos de vista en forma dogmática; no presentó evidencias para sostener sus argumentos. Además, Gebelin escribió antes de que Champollion hubiera descifrado los jeroglíficos egipcios. Los modernos egiptologos nada encontraron en el lenguaje egipcio que sustentara las fantasiosas etimologías de Gebelin, pero estos descubrimientos llegaron demasiado tarde. Cuando se dispuso de los autenticos textos egipcios, ya estaba firmemente establecida la identificación de las cartas del tarot con el "Libro de Thoth" egipcio en la práctica ocultista.
Aunque las cartas del tarot se usaban para predecir la fortuna en Bolonia, en el siglo XVIII, fueron publicadas originalmente como un método de adivinación por Jean-Baptiste Alliette, también llamado "Etteilla", un ocultista francés que revirtió las letras de su nombre y trabajó como adivino poco antes de la revolución Francesa. Etteilla diseñó el primer mazo de tarot esotérico, añadiendo atribuciones astrológicas y motivos "egipcios" a varias cartas, alterando muchos de los diseños marselleses, y añadiendo significados adivinatorios en el texto de las cartas. Los mazos de Etteilla, aunque ahora eclipsados por los ilustrados de Smith y Waite y el mazo Thoth de Aleister Crowley, aún se encuentra disponible.
Más tarde, mademoiselle Marie-Anne Le Normand popularizó la adivinacion y la profecía durante el reinado de Napoleón I. Esto se debió en parte a la influencia que tuvo sobre Joséphine de Beauharnais, la primera esposa de Napoleón. Sin embargo esta no usaba el tarot habitualmente.
El interes en el tarot para la adivinación a cargo de otros ocultistas llegó durante el auge de los Hermeticos, de la década de 1840, en la cual ( entre otros) estuvo involucrado Victor Hugo. La idea de las cartas como clave mística fue desarrollada posteriormente por Eliphas Levi y pasó al mundo de habla inglesa por la Orden Hermetica del Alba Dorada. Levi, y no Etteilla, es considerado por algunos el verdadero fundador de las escuelas más contemporaneas de Tarot; su "Dogme et Ritual de la Haute Magie" de 1854 introdujo una interpretación de las cartas que las relacionaba con la Cabala.
Mientras Levi aceptó las afirmaciones de Court de Gébelin sobre un origen egipcio de los símbolos de las cartas, rechazó las innovaciones de Eteilla y su mazo alterado y arregló en su lugar un sistema que relacionaba al tarot, especialmente al tarot de Marsella con la cábala y con los cuatro elementos de la alquimia. Por otro lado, algunos significados adivinatorios de Etteilla todavía son usados por algunos lectores de tarot.
Sus orígenes datan al menos del siglo XIV, no teniendo fundamento llevar sus raices más atrás en la historia. La técnica adivinatoria, que recién se inició a fines del siglo XVIII y comienzos del XIX, se basa en la selección de cartas de una baraja especialmente dedicada a este arte que es realizada por un experto tarotista que, a continuación, interpreta el sentido de las cartas en relación con el futuro del consultante.
Cartas del tarot
La baraja de tarot está compuesta por 78 cartas, divididas en Arcanos mayores y menores. Arcano proviene del latín arcanum, que significa misterio o secreto.Las cartas de los Arcanos Mayores, 22 en total, son:
1. El Mago
2. La Sarcedotisa
3. La Emperatriz
4. El Emperador
5. El Sumo Sacerdote
6. El Enamorado 7. El Carro
8. La Justicia
9. El Ermitaño
10. La Rueda De La Fortuna
11. La Fuerza
12. El Colgado 13. La Muerte
14. La Templanza
15. El Diablo
16. La Torre
17. La Estrella
18. La Luna
19. El Sol
20. El Juicio
21. El Mundo
22. El Loco
Los Arcanos menores son 56 cartas divididas equitativamente en cuatro palos: espadas, copas, bastos y oros, como en la baraja española, pero con una ligera variación: cartas numeradas del As (1) al diez, más los personajes de la corte: Sota, Reina, Rey y Caballero. Etteilla hace un descubrimiento al respecto del número 78 el cual considera como la suma teosofica de los doce primeros números.(1+2+3+4+5+6+7+8+9+10+11+12)
Orígenes del Tarot
Las primeras referencias al Tarot aparecen en el Siglo XV en Italia. La baraja más antigua es el Tarot de Filippo Maria Visconti (1412-1447), hoy día en la Yale University Library, Estados Unidos de América.El historiador italiano Giordano Berti supone que el duque de Milan fue el inventor del Tarot. En efecto, algunas imágenes del Tarot de Filippo Maria Visconti son iguales a las de otra baraja diseñada por el duque en 1415: el Juego los XVI Héroes.
En estudios realizados por ocultistas de los Siglos XVIII y XIX, como Antoine Court de Gebelin, Eliphas Levi y el Doctor Gerard (Papus) se intenta demostrar la conexión existente entre el tarot y la cábala, así como con el simbolismo egipcio.
Según plantean los investigadores actuales Daniel Rodes y Encarna Sanchez, el origen del Tarot habría que buscarlo entre los cataros medievales y ademas la cultura occitana cuya filosofía encaja perfectamente en la idea básica del juego de Tarot.
Así, la presencia de una Papisa, la importancia de los personajes femeninos y referencias a un cristianismo distinto de la ortodoxia romana harían pensar en un uso original del Tarot como una transmisión de un conocimiento filosófico, si bien con el paso del tiempo pasarían a ser usadas como un sistema adivinatorio. Pero la Papisa fue, en realidad, un símbolo de la Fe cristiana, como demuestran numerosas obras de arte de la Edad Media.
Otros autores afirman que los gitanos, en su deambular por los paises europeos, promovieron el Tarot como un sistema adivinatorio. Hay, de hecho, quien sostiene que el Tarot logró sobrevivir a la Inquisición, ya que los gitanos no resultaban unos objetivos prioritarios de la jurisdicción inquisitorial, por los que ellos, sus conocidas prácticas esotéricas y sus efectos personales consiguieron zafarse de la persecución y la hoguera y llegar hasta nuestros días. Pero es cierto que los gitanos llegaron a Europa cuando el Tarot era ya conocido. Por otro lado el juego de Tarot se juega en Italia desde el Siglo XV, y en el siglo siguiente se propagó en muchas regiones de Europa: en primer lugar Francia, después Suiza, Belgica, Alemania y Austria. La adivinacion con el Tarot aparece con seguridad en Italia y Francia en el Siglo XVIII.
Uso adivinatorio de las cartas de tarot
Recién a fines del siglo XVIII y comienzos del XIX las cartas del tarot fueron asociadas con el misticismo y la magia. La tradición comenzó en 1781, cuando Antoine Court de Gebelin, un clérigo suizo y francmasón, publicó Le Monde Primitif, un estudio especulativo sobre el simbolismo religioso antiguo y sus remanentes en el mundo moderno. De Gebelin argumentaba que el simbolismo del Tarot de Marsella representaba los misterios de Isis y Thoth. Gebelin más tarde afirmó que el nombre "tarot" venia de las palabras egipcias "tar", que significa "real" y "ro", que significa "camino", y que el tarot por lo tanto representaba un camino real a la sabiduría.Gebelin arguyó estos y similares puntos de vista en forma dogmática; no presentó evidencias para sostener sus argumentos. Además, Gebelin escribió antes de que Champollion hubiera descifrado los jeroglíficos egipcios. Los modernos egiptologos nada encontraron en el lenguaje egipcio que sustentara las fantasiosas etimologías de Gebelin, pero estos descubrimientos llegaron demasiado tarde. Cuando se dispuso de los autenticos textos egipcios, ya estaba firmemente establecida la identificación de las cartas del tarot con el "Libro de Thoth" egipcio en la práctica ocultista.
Aunque las cartas del tarot se usaban para predecir la fortuna en Bolonia, en el siglo XVIII, fueron publicadas originalmente como un método de adivinación por Jean-Baptiste Alliette, también llamado "Etteilla", un ocultista francés que revirtió las letras de su nombre y trabajó como adivino poco antes de la revolución Francesa. Etteilla diseñó el primer mazo de tarot esotérico, añadiendo atribuciones astrológicas y motivos "egipcios" a varias cartas, alterando muchos de los diseños marselleses, y añadiendo significados adivinatorios en el texto de las cartas. Los mazos de Etteilla, aunque ahora eclipsados por los ilustrados de Smith y Waite y el mazo Thoth de Aleister Crowley, aún se encuentra disponible.
Más tarde, mademoiselle Marie-Anne Le Normand popularizó la adivinacion y la profecía durante el reinado de Napoleón I. Esto se debió en parte a la influencia que tuvo sobre Joséphine de Beauharnais, la primera esposa de Napoleón. Sin embargo esta no usaba el tarot habitualmente.
El interes en el tarot para la adivinación a cargo de otros ocultistas llegó durante el auge de los Hermeticos, de la década de 1840, en la cual ( entre otros) estuvo involucrado Victor Hugo. La idea de las cartas como clave mística fue desarrollada posteriormente por Eliphas Levi y pasó al mundo de habla inglesa por la Orden Hermetica del Alba Dorada. Levi, y no Etteilla, es considerado por algunos el verdadero fundador de las escuelas más contemporaneas de Tarot; su "Dogme et Ritual de la Haute Magie" de 1854 introdujo una interpretación de las cartas que las relacionaba con la Cabala.
Mientras Levi aceptó las afirmaciones de Court de Gébelin sobre un origen egipcio de los símbolos de las cartas, rechazó las innovaciones de Eteilla y su mazo alterado y arregló en su lugar un sistema que relacionaba al tarot, especialmente al tarot de Marsella con la cábala y con los cuatro elementos de la alquimia. Por otro lado, algunos significados adivinatorios de Etteilla todavía son usados por algunos lectores de tarot.
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